Respuesta al debate económico de la Sexta Noche del 04/11/2017

Entrada publicada al facebook el dia  04/11/2017

El sábado, bien entrada la madrugada, tuvo lugar un debate en el programa “La Sexta Noche” donde intervino, como experto, el economista Daniel Lacalle para exponer la situación económica de Cataluña y las consecuencias de la independencia.

Debo reconocer que hace años que leo a Daniel Lacalle y creo que tiene un nivel, además de una reputación, indiscutible. Precisamente por lo anterior quedé perplejo cuando, en ocasión de su presentación, en una pizarra resumió la situación fiscal de Cataluña de la siguiente forma: “Gasto 60.000, Ingreso 42.000, + C.F.A = -18.000”, y concluía diciendo que Cataluña “es una comunidad tremendamente deficitaria y no viable”.

Debido a la tergiversación de los datos manifestada por el señor Lacalle, considero procedente exponer a continuación las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Hacienda del Gobierno Español, en julio del presente año. Debido al buen rollo actual entre el Estado y la Generalitat creo que esos datos no se los podría tachar de manipulados a favor de Cataluña.

Una vez expuesto el cuadro anterior, puntualizo algunas consideraciones respecto de las afirmaciones del señor Lacalle:

1) El señor Lacalle suma como “gasto” el coste de las “pensiones contributivas y desempleo”, sin embargo, al “ingreso” no suma las “cotizaciones sociales” que aportamos los trabajadores. No es posible que el expositor se sirva de datos que contribuyan a favorecer su planteamiento y se “olvide” de imputar saldos a la cuenta de “ingresos”.

2) Por otro lado, el señor Lacalle señala que el nivel de ingreso es de 42.000 millones de euros, cuando, según los últimos datos del mismo Ministerio, se confirma que es de 47.623 (sin contar los 5.846 millones de euros que sirven para cubrir el déficit del Estado y dejar el saldo agregado a 0 y que aumentan a 53.469 millones de euros).

3) Adicionalmente, según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda, el superávit presupuestario de Cataluña en 2014 hubiera sido de 9.892 millones de euros. Aún teniendo en cuenta que esto ha sido calculado por el método “carga-beneficio”, que reparte algunos gastos de forma discutible, que el señor Lacalle diga que el déficit anual es de 18.000 millones de euros, cuando el Ministerio confirma que no hay déficit sino superávit de 9.892, es no ser consciente de la realidad.

El cálculo de las balanzas fiscales no está exento de polémica, aun así, el propio Ministerio de Hacienda confirma que existe mayor recaudación que gasto en Cataluña, y la propia Generalitat catalana en varias ocasiones ha elaborado estudios que situaban ese “expolio fiscal” en cerca de 15.000 millones de euros anuales.

Las consecuencias de esos “expolios fiscales”, que se traducen en falta de recursos para pagar los servicios e inversiones, lo sufrimos cada día. La Generalitat incluso se ha visto obligada a endeudarse para cubrir los gastos necesarios y lo más grave es que es el propio Estado español quien se convierte en acreedor de estos préstamos, con intereses, en uso de un dinero que ha sido pagado previamente por los propios catalanes. Dicho de otra forma, los ciudadanos catalanes hacemos pagos para terminar debiendo.

Finalmente, respecto a la mala clasificación de la deuda que emite el Gobierno de la Generalitat por parte de las agencias de riesgo, y que utilizan todos los unionistas para justificar que Cataluña no podría ser viable sin el Estado Español, es necesario buscar los motivos de dicha clasificación y por qué la valoran negativamente.

En primero lugar, el principal comprador de la deuda de la Generalitat es el propio Estado español y, a su vez, el principal comprador de la deuda española es la Unión Europea. De momento, y mientras Cataluña forme parte de España y éste de la UE, esto seguirá así. La principal razón de la mala clasificación de la deuda catalana radica no tanto en el riesgo de impago inminente, sino en el riesgo que, ante un período de incertidumbre y de confrontación política, el Estado español no transfiera los recursos que necesita la Generalitat para pagar las facturas.

Ojo, las agencias de clasificación bajan el rating de la deuda catalana no porque no seamos económicamente viables, sino por el riesgo de que el gobierno español no cumpla su función y no transfiera el dinero que los catalanes ya hemos pagado previamente con los impuestos.